Antofagasta incorpora tecnología sustentable para el tratamiento de residuos orgánicos

AIEP Antofagasta da paso decisivo hacia la sostenibilidad con la implementación de un innovador biodigestor que transforma hasta 200 kilos diarios de residuos orgánicos en agua apta para riego, reduciendo la disposición de desechos y promoviendo la economía circular y la educación ambiental.

En el marco del Acuerdo de Producción Limpia II (APL II), la institución académica ha impulsado diversas acciones para cumplir con el Plan de Gestión de Residuos, cuyo objetivo es reducir en un 20% la disposición de residuos no peligrosos en rellenos sanitarios. Entre ellas, destaca la incorporación de la biodigestora LFC- 200, esta tecnología marca un hito en la gestión sustentable dentro de la educación superior en la zona norte del país.

El equipo, capaz de procesar hasta 200 kilos diarios de residuos orgánicos, utiliza un sistema de degradación enzimática que transforma los desechos en un líquido seguro para su descarga. Este proceso elimina la necesidad de transportar los residuos hacia otras regiones, reduciendo significativamente la huella de carbono y contribuyendo a una gestión más eficiente y autónoma.

La adquisición de esta tecnología responde a un desafío regional: la escasez de destinatarios autorizados para la valorización de residuos orgánicos y los elevados costos asociados a su traslado fuera de Antofagasta. Gracias al moderno equipamiento, AIEP gestiona sus propios residuos de manera local, sustentable y responsable con el medio ambiente.

En este contexto, Luz Hun, directora de sede AIEP Antofagasta, manifestó “que, en una de las zonas más áridas del planeta, esta iniciativa demuestra que la innovación es una aliada clave frente a la escasez hídrica. Destacando que esta tecnología implementada en nuestra región reduce hasta un 75% el desperdicio orgánico y transforma esos residuos en agua apta para riego impulsando prácticas sostenibles que responden a las necesidades del territorio y contribuyen a una Antofagasta más limpia.”

Además de su impacto ambiental, esta iniciativa tiene un fuerte componente educativo. La biodigestora es utilizada por estudiantes y docentes de la Escuela de Gastronomía, quienes participan en talleres donde se generan residuos derivados de la preparación de alimentos. A través de procesos de segregación, recolección y tratamiento, los estudiantes aplican en la práctica un modelo de gestión de residuos basado en los principios de la economía circular.

Fabricada íntegramente en acero inoxidable, la LFC-200 cuenta con una pantalla táctil de 7 pulgadas que permite monitorear el volumen procesado, registrar datos operativos y reportar posibles anomalías, asegurando trazabilidad y eficiencia.

Con esta implementación, AIEP reafirma su compromiso con la sostenibilidad, la innovación y la formación de los futuros técnicos del norte del país, promoviendo una educación que conecta con los desafíos ambientales reales del territorio.